Si entendemos como moda algo pasajero, sin duda el turismo gay y/o LGTB no es una de ellas. Un segmento que ya supone el 10% de todos los turistas a nivel internacional y responsable del 16% del gasto total en viajes. Con esas cifras, no podemos hablar de moda, sino de una tipología de turismo que es necesario comprender para atraer a tu destino o negocio turístico.
La primera vez que fui consciente de la magnitud y la importancia del turismo gay o LGBT fue cuando fui a FITUR por primera vez, hace 3 años. Me sorprendió, primero, que hubiera una zona especialmente reservada para el turismo LGTB, y por otra parte (será “deformación profesional”) no pude evitar fijarme en cómo tanto las imágenes como el lenguaje utlizaban las empresas y destinos que se promocionaban en ese rincón colorido de la feria era diferente.
En ese momento me di cuenta de la magnitud del turismo gay. No se trata sólo de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales viajando por el mundo buscando juntarse con más Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales. Sino de garantizar que sus viajes son seguros, que van a recibir el respeto que merecen, que tendrán experiencias personalizadas, donde no sientan un ápice de discriminación.